domingo, 27 de abril de 2014

Romano al habla!

Bueno, por mi parte seguí cleteando con Sang con dirección a Bolivia. Íbamos llenos de alegría y ansiedad de cruzar la frontera. Me sentía físicamente muy bien y estaba seguro de que me esperaría una aventura increíble. 


Después de avanzar unos 45 kms nos dimos cuenta de que nos habíamos desviado de la ruta original ¡¡Estábamos PERDIDOS!! Después de pasar un caserío enorme en medio del Salar de Chiguana nos encontramos con dos viejitos con los que apenas nos pudimos comunicar con señas. Estábamos lejos del pueblo en el que íbamos a alojar y si bien la ruta nos servía de todas formas, era más larga. Entre la angustia y la desesperación de estar perdidos decidimos devolvernos hasta nuestra ruta original…después de un rato nos arrepentimos y nos volvimos al mismo camino de la confusión. Con tanto ir y venir sobre exigí tanto mi cuerpo que me costó caro al día siguiente ¡Tenía un dolor de rodilla tan fuerte que no podía caminar! Con un esfuerzo enorme llegué pedaleando a San Juan, en ese momento Sang decidió continuar el camino solo. Yo en cambio me quedé ahí, también solo en medio de pampa a 3700 msnm, sin mucha agua, sin mucha comida, sin carpa, con frío y dolor. 

Vivac donde pase la noche a la orilla del camino. Ish que frio!!!!!!


Creo que fue en ese momento cuando me di cuenta de donde estaba y lo que me había dispuesto hacer. Puedo decir que me tocó por fin la soledad del desierto, el frío que congela, el calor que quema la piel, la desesperación por el correr el tiempo, las limitaciones de mí cuerpo y el dinero.
Después de dos días intentando hacer dedo para llegar a Uyuni me acogió una familia que sin preguntar mi nombre me dio cama y comida. Cuando le pregunté que cómo podía agradecerle, simplemente me dijo “tú eres humano y yo igual, entre humanos debemos ayudarnos”

¡La vida es HERMOSA!

Al día siguiente un camión que compra quinua por muchísimos pueblos, que ni siquiera aparecen en el mapa, se ofreció a acercarme lo más posible a Uyuni. Ellos se encargaron de mi alimentación durante todo el viaje y me enseñaron sobre su cultura y el cultivo de los diferentes tipos de quinua.

Aquí iba junto con la bici y quinua.

¡En dos días avanzamos sólo 40 km! Como vieron que se demorarían mucho me recomendaron tomar una “flota” -bus en Bolivia- para que llegara más rápido. Así que al llegar a Río Grande tomé uno.
La inmensidad de la naturaleza emociona, el camino hacia Uyuni me hizo llorar, no sé si de felicidad, pena, nostalgia, alegría, ¿¡De estar vivo!? Pienso en todo lo que me ha dado la vida y sé que tengo mucha suerte. Pensé en mi familia, en mis amigos, en los ríos que secaron las mineras, en los pueblos que ya no existen y en la gente que me ayudó sin conocerme, también en el bloqueador que se me olvidó y en la piel que me ardía, en el frío y en el amanecer. Pienso que en lloré como un marica ¡Y en que simplemente amo estar vivo! 


Cuando al fin llegué me comuniqué y reporté. Ese mismo día tomé un bus para Oruro, allá me reuní con el Lauta, que habíamos dejado hace casi una semana. Con él comencé el tratamiento para la rodilla ¡¡FUE LETAL!! ¡Hasta inyecciones me gané para recuperarme rápido!

viernes, 25 de abril de 2014

Primera Semana

Segundo día y ya temprano tomamos la carretera. Nos fuimos directo al desvío hacia Ayquina, justo ahí nos encontramos con una animita que tiene un auto de tamaño real, allí esperamos con Sang a que Romano fuera a Calama en forma “exprés” (¡4 horas! Jaja)  a buscar unos repuestos para bici. 


Tras la espera tomamos camino a Ayquina y nos desviamos a Chiu Chiu. Y nos comimos un plato de comida decente. 



Luego el destino era Ollagüe. Ahí tuvimos que hacer el tramo en partes,  con 164 km por delante era la única opción. Nuestra primera parada era Estación San Pedro, pero el cansancio nos pasó una mala jugada y nos dormimos 8 km antes de llegar. 

Esa noche comencé a tener un dolor fuerte en la rodilla izquierda… al día siguiente tuve que parar. Con Romano pasamos dos noches en Estación San Pedro, Sang decidió adelantar camino.


Esta capilla nos refugió del viento helado que corría todo el día y nos permitió cocinar. 

Después de mucho buscar, encontramos una media agua abandonada, y bueno, ni tontos nos quedamos a dormir ahí. Se entraba la tierra por todas partes, pero era harto más espaciosa que la carpa. 

En Estación San Pedro vivían sólo 6 personas y una que otra trabajaba en las mineras ¡Era más fome el lugar!


Después del descanso retomamos la carretera para seguir a Ollagüe. Sólo alcanzamos a llegar al control policial Ascotán cuando mi rodilla nos hizo parar nuevamente. 



En el control había sólo un carabinero. Luego de un rato nos invitó a ver un partido de fútbol, fue un rato agradable… pero en el momento lo único que me preocupaba es que de tanto dolor, ya no podía caminar. Finalmente después de un rato decidimos hacer dedo y probar suerte ¡No pasó NI UN auto! No nos quedó otra que seguir pedaleando .

Llegamos a Ascotán Viejo. Era un campamento minero, tenía una cancha de fútbol, una pulpería y una iglesia -cero esperanza de ver un doctor-. Ya cansados, congelados y aburridos preguntamos si había un lugar en donde pudiéramos dormir. Nos mandaron a la iglesia (:


Nunca en la vida pensé que alguna vez dormiría en una iglesia, y para que mentir ¡Fue rarísimo! Pero no pasamos ni un poquito de frío. 

Al final hicimos dedo y nos llevaron dos camioneros bolivianos hasta Ollagüe, ahí nos volvimos a encontrar con Sang. Pasamos la noche juntos y tomamos una decisión: no podía seguir pedaleando. Los chicos siguieron en bici y yo me tenía que ir a dedo hasta Oruro, y ahí hacer reposo. 


Arriba la foto de la despedida y abajo otra en donde los chicos se van alejando para finalmente cruzar a Bolivia. Gran travesía les esperaba al intentar cruzar el salar más grande del mundo, Uyuni. 


Por mi lado tuve suerte de hacer dedo y llegar directo a Uyuni. Luego tomé un bus directo a Oruro. Estoy en reposo y esperando para ir al doctor. 


De mis compañeros aún no tengo noticia. Calculamos que se demorarán 10 o 12 días y sólo han pasado 4. Oruro es el primer lugar en el que podremos escalar ¡Yo creo que todos estamos ansiosos de tocar por fin la roca boliviana!


L.B.









Primer día de viaje

Con todas las ansias acumuladas desde noviembre y las energías enfocadas en darlo todo comenzamos con nuestro viaje el día martes 15 de abril. Desde San Pedro hasta México iremos en bicicleta parando en todos los sectores de escalada que se nos presenten en el camino. 
Esta es nuestra primera foto. Nos juntamos los tres a la salida de San Pedro hacia Calama, eran las 8 am cuando el gran viaje al fin comenzó.

Romano Marcotti, LautaroBustamante (yo) y Sang De Brabander

¡El primer día fue muy duro! La bicicleta siempre fue una gran amiga…Pero cargar en ella más de 50 kilos -¡Y eso que llevaba lo más esencial!-  fue demasiado agotador. 


Desde el  primer momento el camino nos exigió darlo todo. Fueron 6 horas en subida y en el cambio 1.1 ¡Fue un desafío enorme! Luego nos tocó bajar la cuesta Barros Arana, y continuamos por 4 largas horas hasta llegar a un desvío hacia el sector de Tuina. En ese punto, después de 10 horas, armamos al fin nuestro primer campamento.  


Fue sin dudas un día agotador para el cuerpo…pero nuestras mentes sólo querían continuar. 

L.B.