Tramo Oruro - La Paz

Después de disfrutar de la escalada durante varios días ya debíamos comenzar a avanzar, retomar el ritmo de la bicicleta y probar como andaban nuestras rodillas. Nos tocó ordenar todas las cosas donde don Daniel, que nos guardó las bicis por un tiempo. Lo hicimos todo muy rápido, le agradecimos y partimos.

Afuera de la casa de don Daniel "por mas lejos que estemos recuerda que siempre nos veremos porque yo te llevo en mi mente"

El recorrido era de 230 kilómetro, debíamos subir desde los 3709 m.s.n.m de Oruro a los 4061 para luego llegar a La Paz. La verdad es que estaba demasiado nervioso, la experiencia del primer tramo en bici fue muy dolorosa, no estaba seguro de que mi lesión en la rodilla estuviera ok y tenía miedo de no poder pedalear. Poco a poco fui encontrando mi ritmo y la forma de hacer el viaje algo muy placentero. 

¿Ya listos?

A Pedalear!!!

Los colores del altiplano.

 

Sang y Romano dandolo todo!

El primer día llegamos a un pueblo llamado Kemaya, en donde la gente amablemente nos dejó alojar en un cuarto vacío. Al día siguiente continuamos con el viaje, cada uno a su ritmo fue pedaleando sin apuros. Generalmente va primero Sang, luego yo y Romano. Nuestro amigo de rastas durante el día se dio cuenta de que el aro trasero de su bici se abrió, decidió continuar hasta que explotara ¡Y así Fue! En un momento paré para ir al baño y vi pasar a Romano en un camión, ahí se bajó para explicarme que había quedado tirado y me pasó algunas cosas. 

El aro a punto de explotar!

Continué pedaleando sólo con Sang. Durante el camino pinché la rueda del carrito, mejor dicho se rajó completamente hasta la cámara. El camino tenía muy poca verma y estaba llenísimo de basura. Terminamos el día en el pueblo de Patacamaya y ahí pasamos la noche. 

Atardecer!

Esa noche mirando el mapa nos dimos cuenta de que nos faltaban solo 101 km para llegar a La Paz, así que nos pusimos las pilas y decidimos hacer todo lo posible para terminar el tramo en un solo día. Partimos con todo el ánimo a las 9 a.m pero al poco rato se me pinchó la rueda del carro otra vez.¡¡¡Era demasiada basuraaa!!!

 

Sang Parchando!

  Le dimos duro y a la mitad del camino le tocó pichar a Sang jaja bueno y así nos llevamos todo el día. No paramos ni si quiera a almorzar. Hasta que finalmente ¡Chan! ¡¡Ya habíamos llegado a El Alto!!. Estaba con el culo destrozado (Por la bici eso si pue!) Pero llegamos. 

En el Alto con vision de La Paz al fondo.

No lo podía creer. Pedaleamos una hora y media más en bajada y llegamos a la casa de  ciclistas en La Paz. Fue una jornada más que agotadora, pero cumplimos 100% con el objetivo. Logré encontrar mi ritmo y controlar mi malestar en la rodilla. Ahora se viene lo más importante, buscar la roca y ¡Escalar lo que más se pueda! ¡¡¡¡Yuhuuuuuuuuuu!!!!
L.B.